Proverbios 22:6
Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.
Salmo 127:3
Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa.
Proverbios 6:20
Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.
Proverbios 17:6
La corona del anciano son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres.
Marcos 3:25
Y, si una familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie.
1 Timoteo 5:8
El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
Proverbios 15:20
El hijo sabio alegra a su padre; el hijo necio menosprecia a su madre.
Proverbios 4:1-2
Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia. Yo les brindo buenas enseñanzas, así que no abandonen mi instrucción.
Salmo 128:1-4
Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos. Lo que ganes con tus manos, eso comerás; gozarás de dicha y prosperidad. En el seno de tu hogar, tu esposa será como vid llena de uvas; alrededor de tu mesa, tus hijos serán como vástagos de olivo. Tales son las bendiciones de los que temen al Señor.
1 Corintios 13:7
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Josué 24:15
Pero, si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.
1 Juan 4:16
Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
Salmo 103:17-18
Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos, con los que cumplen su pacto y se acuerdan de sus preceptos para ponerlos por obra.
Génesis 12:3
Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!
Marcos 10:6-9
Pero al principio de la creación Dios “los hizo hombre y mujer”. “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”. Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.