Hechos 8:29, 39
“El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino.”
Felipe se sembró en la dirección del Espíritu Santo. Un etíope fue movido por la unción que él portaba y un camino de unas horas bastó para recibir a Jesús, la enseñanza, el bautismo en agua y el bautismo en el Espíritu Santo.
Ese mismo etíope se convirtió en el evangelista de su Pueblo. El Gozo lo llevó a entregar el único y gran poderoso mensaje que recibió y fue este:
- Jesús es el Salvador del mundo que pagó el Precio por el pecado, la enfermedad y la miseria. Somos libres en Él.
- Somos bautizados en agua para confirmación de la fe. Al igual que dependemos de la palabra y de la oración.
- Necesitamos ser bautizados por el Espíritu Santo para todo. Estas tres cosas las aprendió de Felipe y se las llevó, las sembró en su Pueblo y hoy vemos este avivamiento.