Salmo 121:5-8
El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora.
De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.
El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida.
El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.
Salmo 46:1-3
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes.
Salmo 37:23-24
El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano.
Salmos 34:14
Que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga.
Salmos 131:3
Israel, pon tu esperanza en el Señor, desde ahora y para siempre.
Salmos 32:8
El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.
Salmos 91:1
El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Salmos 93:4
Pero el Señor, en las alturas, se muestra poderoso: más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más poderoso que los embates del mar. (Salmos 93:4)
Salmos 37:5
Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. (Salmos 37:5
Salmos 94:22
Pero el Señor es mi protector, es mi Dios y la roca en que me refugio. (Salmos 94:22)
Salmos 5:11
Pero que se alegren todos los que en ti buscan refugio; ¡que canten siempre jubilosos! Extiéndeles tu protección, y que en ti se regocijen todos los que aman tu nombre. (Salmos 5:11)