Hebreos 11:17
“Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito.”
La fe debe ser una de las cualidades que distinguen al siervo del Señor. Hay una gran confusión entre el pueblo de Dios sobre este tema. Para muchos, la fe no es más que un deseo de que las cosas vayan bien. Es la esperanza de que las circunstancias se resuelvan favorablemente y que las dificultades no nos afecten demasiado.
La fe, sin embargo, es la profunda convicción en la fidelidad de Dios que inevitablemente lleva a la acción. Es la certeza de que no importa cuán difíciles sean las circunstancias, Dios no se limitará en su propósito de cumplir su Palabra. En este caso, según el autor de Hebreos, Abraham creía que el Señor podía resucitar a Isaac de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir (Hebreos 11:19).
Estos son tiempos en los que nuestro pueblo se encuentra constantemente rodeado de crisis. ¡Tiempos difíciles! Si queremos alcanzar la fe que vence, debemos tener esa misma tenaz confianza en la bondad de Dios, que no pierde el tiempo en dudas, vacilaciones y argumentos. Para eso, necesitamos tener una relación diaria con la Palabra y poner nuestras rodillas en el suelo!