Salmos 42:11
“¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío.”
Este versículo es la respuesta a nuestro corazón cuando la incertidumbre nos invade y nos preguntamos cómo podremos continuar avanzando.
El Padre Eterno siempre tiene gestos hacia nosotros que nos sorprenden, ya que nuestra mente finita no alcanza a imaginar las cosas grandiosas que El puede hacer.
Oración:
Señor, sin importar las circunstancias, por favor ayúdame a seguir adelante, aprendiendo a ser paciente y a esperar por Tus tiempos. Recuérdame que Tú nunca me darías una carga que yo no pueda soportar, porque donde terminan mis fuerzas, justo ahí empiezan las tuyas.
Te entrego cada uno de mis días, para que me guíes, para que me reveles tu voluntad y poder vivir conforme a tu palabra, porque sé que así me irá bien en todo lo que emprenda. Amén.