Todos necesitamos protección, debido a que atravesamos por diferentes situaciones que ponen en riesgo nuestra paz, vida y tranquilidad.
Pero a veces ponemos nuestra confianza en las cosas terrenales, restándole valor a lo que verdaderamente tiene valor, lo espiritual. Las fuerzas espirituales que vienen del Dios, creador de los cielos y de la tierra están por encima de cualquier fuerza y están dispuestas a librarnos de todos nuestros enemigos.
El libro de los salmos es un claro ejemplo de cómo David no dudaba ni un minuto en elevar su oración a Dios, cuando tenía miedo, sentía las amenazas del enemigo o existía algo en su contra, más fuerte que él.
A través de la oración el Eterno nos otorga protección, por ello exclama en el Salmo 91. 3-4 “Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro. Escudo y adarga es su verdad.”
En cualquier ocasión o espacio una oración de protección puede librarnos del mal que nos asedia, es por eso que existen millones de testimonios de creyentes que cuentan las maravillas que Dios ha hecho con ellos por medio de la oración.
Milagros, prodigios y maravillas es lo que le espera ver a los ojos que han creído en el Dios todopoderoso y no dudan en hacer poderosas oraciones.
La falta de Fe es muchas veces lo que impide que más personas puedan experimentar el poder de Yahveh y arrebatar las promesas que aparecen en toda la extensión de la biblia, especialmente todas aquellas en las que se nos asegura ser cobijados bajo su manto.
¿Cómo hacer una oración de protección?
Si necesitas ahora mismo la protección de Dios, pero no sabes cómo elevar tu clamor al cielo, sigue con nosotros esta oración a continuación y anhela con expectativa todo lo que su Espíritu Santo comenzara a hacer en tu vida.
Oración:
Amado padre celestial, me inclino delante de tu majestuosa presencia, príncipe de paz, creador de los cielos y la tierra, quien nos da aliento de vida y nos sostiene cada día.
Inclina tus ojos y mira cuan afligido estoy a causa de mis angustias y quienes me asedian. Líbrame de mis enemigos y muéstrame tu salvación.
Gracias porque oyes el clamor de tus hijos y haces justicia a los necesitados. Amén.