2 Timoteo 1.6
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”
Hay oportunidad para aquellos que han caído, que han tomado una mala decisión, solo necesitan reconocer su estado y levantarse porque Dios sigue siendo su Dios y tiene los brazos abiertos para recibirte y restaurarte.
Debemos tomar la actitud correcta y ponernos sobre nuestros pies para levantarnos de la mano de Dios, porque en la casa del padre siempre hay bendición para nosotros.
Debemos levantarnos a recuperar la relación con el padre, el fuego de Dios permanece en nosotros, aunque sea una pequeña llama sigue allí y solo debemos avivarla con la presencia del Señor.
Los ojos de Dios han estado sobre buenos y malos siempre, aunque el enemigo te haya hecho creer que te abandono el siempre ha estado allí.
Servimos a un Dios que extiende su mano al justo y si siete veces cae, siete veces lo levanta. Si Yahshua le dijo a Pedro que debía perdonar a su hermano 70 veces 7, cuanto más estará dispuesto Él a perdonar a sus hijos.
Sécate las lagrimas porque es tiempo de resplandecer aún en medio de la oscuridad.