Mateo 5.17
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”
La obediencia es lo que provoca que los milagros sucedan en nuestras vidas, tal como sucedió con nuestros antepasados. Son los detalles los que marcan la diferencia, es la obediencia lo que activa su favor sobre cada uno de los que están dispuestos a seguir sus sendas.
El dinero hace a la gente rica, el conocimiento convierte a las personas en sabios, pero solo la humildad los hace grandes. Para obedecer debemos ser humildes, es a través de la obediencia que Dios trata con nosotros para mostrarnos que hay bendición en obedecer.
Si queremos seguir creciendo debemos obedecer, si queremos ser portadores de la gloria de Dios todo poderoso debemos soportar; pues en los momentos de prueba es cuando realmente demostramos que estamos por El y para El.
Es tiempo de manejar los principios establecidos en la palabra de Dios y fortalecernos en el cumplimiento de los mandamientos. La obediencia a la palabra trae salvación pues Yahshúa es la palabra viviente.