Una vez que hemos comenzado nuestro transitar de la mano de nuestro Padre Eterno, debemos decidir si continuar obedeciendo y agradándole al mundo, siguiendo con sus prácticas y sus costumbres, o, si le agradamos a Dios guardando y obedeciendo sus mandamientos, si amas al mundo te vuelves enemigo de Yahweh.
A veces las costumbres del mundo están tan arraigadas a las personas, que muchos prefieren alejarse de YHWH, porque zafarse de las cosas del mundo les es imposible, pero aquellos que firmemente han decidido regirse por los mandamientos de YHWH, cobrarán fuerzas para resistir las pruebas y vencer los obstáculos y soltar definitivamente las costumbres paganas para volverse de corazón a la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios es tan maravillosa y limpia totalmente al ser humano; La Toráh hace que al que la estudie y la obedezca lo saca del polvo o del más hondo pozo, teniendo al Espíritu de Yahweh y nunca será avergonzado.
2 corintios 3.18-19
“Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.”