Perdonar no es algo que siempre se consigue de una manera muy fácil, es normal que se requiera de un proceso, pero sobre todo hace falta la decisión de la persona de perdonar a otra.
La palabra del Eterno nos deja muchísimos ejemplos que nos hablan de perdón, lo que nos deja claro que su voluntad no solo es perdonar nuestros pecados, sino que además podamos perdonar a otros.
Efesios 4.32
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Yahshua.”
Colosenses 3.13
“Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”
Mateo 6.14-15
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”
Lucas 23.34
“Y Yahshua decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”
Mateo 26.28
“Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”
Marcos 11.25
“Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.”
Números 14.19
“Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.”
Salmos 79.9
“Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.”