1 Corintios 15.58
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”
Si el Señor en este pasaje nos anima a estar firmes es porque sabe que se presentaran situaciones en nuestra vida durante nuestro caminar que nos querrán sacar de sus caminos.
Es por eso la importancia de que nuestra convicción y fe se mantenga firme en nuestro corazón.
Uno de los mayores ejemplos de convicción y firmeza que vemos en la biblia es Sadrac, Mesac, y Abed-nego; quienes no se dejaron doblegar ante la persecución de Rey Nabucodonosor y a pesar de la amenaza de ser lanzados en un horno de fuego si no se postraban ante dioses falsos, no negaron ni un instante su fe hacia el Eterno, y mucho menos negociaron sus principios.
Gracias a su valentía y a que se mantuvieron firmes alabando el nombre del Eterno no solo salieron ilesos de ese horno, sino que además se ordeno a todo el pueblo que adorase al Dios de ellos.
Daniel 3.28
“Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios.”
Así que a pesar de que en la vida se presenten momentos en los que al parecer la única manera de salir ilesos de una situación es rendirse y dejar de luchar por lo que habían creído, entonces es tiempo de cobrar animo y esperar que la mano del Dios en el que has creído se manifieste con poder y te libre de tu opresor.