Parece mentira pero es cierto, algunas personas son discriminadas, burladas e incluso mal tratadas por decir en público que son seguidores del Mesías. Por otro lado cuando se trata del caso de jóvenes suele ocurrir que también se avergüenzan de anunciar esta verdad pues otros jóvenes lo ven como algo que solo hacen los ancianos o las personas adultas.
Todo esto es producto de algo espiritual que desea impedir que las personas le sirvan a Dios. El evangelio no es algo de lo que debamos avergonzarnos, al contrario debemos sentirnos bienaventurados al ser portadores de la palabra de vida.
Romanos 1.16
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”
La palabra de Dios tiene poder, en su presencia hayamos paz y por medio de Yahshua somos más que vencedores para conquistar todo lo que nos propongamos en la vida, ¿porque debemos avergonzarnos?
El enemigo usara estrategias como estas para apartarnos del propósito eterno del creador e impedir que seamos bendecidos por él.
Es por eso que debemos mantener nuestros ojos abiertos y no dejarnos caer en la trampa y la mentira que Satanás ha planeado para nosotros.