Juan 10.10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
Desde el principio de la humanidad el enemigo (Satanás) solo ha tenido un firme propósito que ha sido robarle al hombre su bienestar y comunión con Dios.
De hecho fue lo que hizo en el huerto del Edén. A partir de allí, el ser humano, aunque vivo, estaba muerto en sus propios pecados. Pero gracias a la obra de Yahshua en el madero podemos tener vida nuevamente y vida en abundancia.
En la palabra cuando Yahshua habla en este versículo de vida, se refiere a la vida física y la sobrenatural, que se les da a los creyentes.
No solo se refiere a la vida futura “vida eterna” sino también a la posesión actual de un gran bienestar e íntima comunión con Dios. (Juan 5.24)
“Abundancia” tiene que ver con gran cantidad o cantidad excesiva de algo. No se trata aquí de ser económicamente rico, sino de estar plenamente satisfecho en nuestro Creador.