En ocasiones cuando adquirimos algo sin que nos haya costado mucho esfuerzo creemos que no importa si no lo cuidamos, lo perdemos o lo mal gastamos.
Sin embargo, como hijos de Dios debemos amar la tierra o el lugar donde Dios nos colocó y cada cosa que hay en ella, pues somos mayordomos llamados a administrar los bienes de esta tierra.
Si no cuidas lo que se te ha dado, te será quitado y entregado a otro.
Cuando Jesús envió a los discípulos a predicar (Mateo 10:5) les dijo que no llevaran consigo alimento, calzado y ninguna provisión pues cuando servimos al Señor Él se encarga de suplir nuestras necesidades. No sabemos de dónde viene pero la provisión siempre llega.
Las grandes bendiciones llegan cuando aprendemos a valorar las pequeñas
Cuando aprendemos a valorar los que se nos ha dado entonces el Señor nos entrega aún más.
Mateo 25.23
“Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.
Debemos aprender a ser agradecidos con Dios (Elohim) en lo poco para que Él nos ponga en lo mucho. Es importante saber cuidar las cosas que el Eterno nos ha entregado, la familia, el trabajo, la salud, porque somos mayordomos y un día tendremos que entregarle cuentas de todo lo que hicimos en esta vida.
Dios es fiel ..
Aleluya🙌🙌🙌🙌