Los niños son los herederos en este mundo, los herederos de la vida eterna, son ellos nuestros alumnos en todo lo que les enseñamos, pues son el reflejo vivo de lo aprendido en casa, imitan nuestras acciones, sean buenas o malas. Por ello es tan importante que le enseñes a amar a Dios, con tu ejemplo y enseñanzas, su camino hacia Dios, será el mejor.
La oración, es la manera más clara y sencilla de comunicarnos con Dios, solo haces falta tú y tu corazón abierto para amar a Dios, convencido que él te escucha, pues es tanta tu devoción, que llega hasta sus oídos y llegan a tu corazón, él responde noche o día, siempre está atento a tu petición, por eso no dejes de orar.
Y los niños también pueden orar, una oración con sus palabras, transparentes e inocentes. Hay oraciones muy sencillas especiales para los niños, donde ellos bien pueden comprender lo que le están diciendo a Dios y Dios muy claramente los escuchara.
Orar al despertarse, al recibir los alimentos, antes de ir a la cama, es la manera de estar en contacto frecuente con Dios. Y así tendremos niños buenos, niños que crecerán en el amor, sabiendo que en este mundo tienen a su gran protector.