La muerte, es un término que solo al escucharlo nos aterroriza, no podemos concebir que algún día vayamos a morir, que nuestra presencia física sea nula, que nuestra respiración cesará y los latidos del corazón se paralizaran.
Por eso quizás muchos diremos, si le tenemos miedo a morir. Pero ese temor se debe a que no tienes a Dios en tu vida, pues cuando tú caminas junto con él, practicas su palabra y te abandonas en él, sabes que morirás físicamente, pero obtendrás la vida eterna, una vida hermosa, la cual Dios nos ha prometido.
Por muy fuerte que se presente para ti la muerte, bien sea por enfermedad o accidente, ese sufrimiento físico se acabara, la muerte será el inicio a la verdadera felicidad, una vida que promete un bello paraíso, un tesoro y una riqueza espiritual. Lejos quedan los temores y los miedos a la muerte, cuando sabes que en tu corazón siempre hubo lugar para Dios, cuando cumpliste los mandamientos, cuando practicas las obras de misericordia, cuando no te olvidaste de evangelizar a tu hermano.
Así que no tengas miedo a morir, alégrate porque obtendrás una recompensa al final de tus días en la tierra, porque disfrutarás de lo divino y hermoso, no temas, tú no estás solo, Dios siempre estará contigo.