1 Juan 1:5
“Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.”
Dios es la luz del mundo y los que le siguen caminarán en su claridad. Con Él, seremos capaces de ver lo que otras personas no ven y esto marcará toda la diferencia en cada paso que demos.
Ahora somos capaces de comprender el mundo espiritual y actuar según su lógica. Ya no tenemos que dejarnos dominar por pensamientos y sentimientos que intentan socavar nuestra fe y nuestra alegría, porque la luz del Señor ha entrado en nuestras vidas para mostrarnos quiénes somos y lo que podemos hacer en Él.
Utilizar el objetivo adecuado
Si todo se aclara en aquello que emprendemos desde lo profesional, nuestras relaciones, nuestra salud, nuestras finanzas y todo lo que nos rodea, nos será mucho más fácil tomar mejores decisiones y obtener los resultados que trabajen para el propósito que El Señor ha diseñado para cada uno de nosotros.
Por lo tanto, no mires las situaciones que no han caído bajo el brillo de esta luz, porque dejarla de lado es un desperdicio que puede generarte un gran daño. Permanece en la luz de paz y misericordia infinitas, de amor y cuidado que solo hallaremos en Dios todopoderoso, pues es esta, la única luz que nos hará crecer, en medio de la adversidad.