Oración:
Padre, hoy vengo a Ti, inclinando mi corazón, pidiéndote protección contra el maligno. El mundo de hoy nos presenta Padre estímulos que buscan alejarnos de Ti, mostrándonos el camino errado de lo material, del status, de mostrarnos ante los otros. Todo ello no te pertenece Padre porque Tú eres bondad, comunión y amistad entre tus hijos. Ante esa situación Te pido: Rodéanos con Tu divino manto de protección. Rodéanos con Tu fuerza y Tu poder. Que se llene de regocijo todos los que en Ti confían y que no se abatan nunca todos aquellos que creen en Tu nombre. Y también Señor, que Tú nos ampares, para que aquellos que busquen seguirte, no les falte alegría y paz en su corazón. Porque eres Tú quien bendice al justo, y eres solo Tú quién lo rodeas de favor como poderoso escudo en medio de la batalla. (Salmo 5:11-12)