Éxodo 15:2
El Señor es mi fortaleza y mi cántico; ¡el Señor es mi salvación! Él es mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré (Ex 15:2).
Salmos 18:2
Mi Señor y Dios, tú eres mi roca, mi defensor, ¡mi libertador! Tú eres mi fuerza y mi escudo, mi poderosa salvación, mi alto refugio. ¡En ti confío! (Sal 18:2).
Deuteronomio 31:6
Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque contigo marcha el Señor tu Dios, y él no te dejará ni te desamparará» (Dt 31:6).
Salmos 27:1
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién me he de atemorizar? (Sal 27:1).
Josué 1:9
Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas» (Jos 1:9).
Salmos 28:7-8
Tú, Señor, eres mi escudo y mi fuerza; en ti confía mi corazón, pues recibo tu ayuda. Por eso mi corazón se alegra y te alaba con sus cánticos. Tú, Señor, infundes fuerzas a tu pueblo; tu ungido halla en ti un refugio salvador (Sal 28:7-8).
2 Samuel 22:3
Dios mío, tú eres mi fuerza; ¡en ti confío! Eres mi escudo, mi poderosa salvación, ¡mi alto refugio! Salvador mío, tú me salvas de la violencia (2 Sa 22:3).
2 Samuel 22:33
Dios es quien me infunde fuerzas; Dios es quien endereza mi camino (2 Sa 22:33).
Salmos 31:2-3
¡Inclínate a escucharme! ¡Ven pronto en mi ayuda! ¡Sé tú mi roca fuerte, la fortaleza que me salve! Ciertamente, tú eres mi roca y mi castillo; guíame; encamíname por causa de tu nombre (Sal 31:2-3).
Isaías 12:2
¡Vean a Dios, mi salvador! Puedo estar confiado y sin temor alguno, porque el Señor es mi fortaleza y mi canción; ¡él es mi salvador!» (Is 12:2).
Salmos 37:39
La salvación de los justos proviene del Señor; él es su fortaleza en el tiempo de angustia (Sal 37:39).
Isaías 26:4
Confíen siempre en el Señor, porque él es la Roca eterna (Is 26:4).
Salmos 46:1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones (Sal 46:1).
Isaías 40:29
El Señor da fuerzas al cansado, y aumenta el vigor del que desfallece (Is 40:29).
Salmos 59:17
A ti y a tu poder cantaré salmos, porque tú, Dios mío, eres mi fortaleza; ¡eres mi Dios de misericordia! (Sal 59:17).
Isaías 40:31
Pero los que confían en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las águilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan (Is 40:31).
Salmos 71:3
¡Sé para mí una roca de refugio, en donde siempre pueda resguardarme! Sólo tú puedes decretar mi salvación, porque tú eres mi roca y mi fortaleza (Sal 71:3).
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la diestra de mi justicia (Is 41:10).
Salmos 81:1
Cantemos con gozo a Dios, nuestra fortaleza; aclamemos con júbilo al Dios de Jacob (Sal 81:1).
Isaías 43:1
Pero ahora, así ha dicho el Señor, el que te creó, oh Jacob; el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido. Te he llamado por tu nombre; tú eres mío (Is 43:1).
Jeremías 16:19
Señor, tu eres mi fuerza y mi fortaleza; ¡tú eres mi refugio en momentos de angustia! Las naciones vendrán a ti desde los extremos de la tierra, y dirán: Nuestros padres no tuvieron otra cosa que dioses falsos, que no sirven para nada (Jr 16:19).
Salmos 118:14
El Señor es mi fortaleza y mi canción; él es mi salvación (Sal 118:14).
Joel 3:16
El Señor ruge desde Sion y da su voz desde Jerusalén. Tiemblan los cielos y la tierra, pero el Señor es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel (Jl 3:16).