Mateo 4:4
“Respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
Satanás intentó tentar a Jesús para que vendiera sus convicciones (Mateo 4:1-10). El tentador se le acercó cuando el Señor estaba cansado y hambriento, y le ofreció satisfacción inmediata: pan caliente en segundos, una salvación milagrosa, y los reinos del mundo y su gloria.
Sin embargo, Jesús sabía qué era lo mejor. Era consciente de que los atajos son enemigos peligrosos. Pueden ofrecer un camino libre de sufrimiento, pero, al final, el dolor que producen es mucho peor de lo que podamos imaginar. Escrito está, declaró Jesús tres veces durante su tentación (vv. 4, 7, 10). Se aferró con firmeza a lo que sabía que era la verdad de Dios y su Palabra.
Cuando somos tentados, Dios también puede ayudarnos. Podemos depender de Él y de la verdad de su Palabra para ayudarnos a evitar atajos peligrosos.