Salmos 20:1-3,7
“Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. Te envíe ayuda desde el santuario, Y desde Sion te sostenga. Haga memoria de todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto. Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria”
Es bueno sentirnos orgullosos de los objetivos que hemos alcanzado. En las escrituras de hoy somos llamados a regocijarnos de orgullo en Cristo Nuestro Señor, al saber que con Él de nuestro lado, son seguros el cobijo y resguardo, la calma y la paz, ante el apremio y la angustia. El salmista nos recuerda como Dios reconocerá todas nuestras ofrendas y nos dará apoyo cuando lo necesitemos.
Nos brindará el alivio diario ante cualquier pena, carga o problema grande o pequeño, ayudándonos a través de su guía, a comprender lo que consideramos injusto en nuestras vidas.
No olvides que eres hijo de Dios, siéntete orgulloso de ello y camina alto; levántate sobre lo mundano y nunca te sientas satisfecho con menos de todo lo mejor que hay dentro de ti. Nuestra fuerza es en Cristo; le pertenece a Él y de Él proviene.