Santiago1:5
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
Muchas veces usamos palabras, cuyo significado pensamos que conocemos, hasta que alguien nos pide que definamos lo que es. En ese momento acudimos al diccionario y podríamos quedar hasta insatisfechos por no obtener una respuesta que comprendamos.
Una de esas palabras es la sabiduría. La mayoría de nosotros la hemos escuchado, incluso usado, pero nos resulta difícil definirla de forma completa. En este caso la palabra del Señor, precisa, clara y bondadosa nos ofrece una guía. A la luz de ella es un Don que nuestro Padre nos regala, como se menciona en Proverbios 2:6, “Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.”
La Sabiduría proporciona una guía en el camino de la justicia (Proverbios 4:10-19) y es un don que se revela con la gracia, el carácter, la educación, la servidumbre a otros, la capacidad de fe y la confianza en Dios. Es lo opuesto a la arrogancia y autonomía.
Santiago 3:13-17 va más allá, diciendo que la sabiduría se expresa en ser amante de la paz, considerado, dócil, lleno de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sincero. La sabiduría no toma partido, no hace daño, y requiere de la comprensión de los demás. Tiene un elemento distintivo de la humildad que viene de y con ella, así como la prudencia y la discreción. Está claro que la inherente a la sabiduría, entonces, es el uso de buen juicio estableciendo, además, que la sabiduría significa también ser justo.
En nuestro caminar con el Señor, la única forma de obtener sabiduría es a través de la oración. Anímate entonces a buscar la sabiduría, acercándote al Señor, pidiéndole juicio y mostrándole respeto y reverencia no dejándote guiar por experiencias pasadas para avanzar, sino por las verdades que él nos regala a la luz de su palabra.
Aprende a confiar en Dios, el solo espera tu fe para regalarte su misericordiosa sabiduría.