Mateo 12:36
“Mas yo os digo que de *toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.”
“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino”
Mahatma Gandhi.
La virtud por la cual nos diferenciamos los seres humanos de todos los otros seres vivos, es EL PODER PARA HABLAR. Ha sido la corona de todas las virtudes.
La comunicación ha evolucionado en todos los sentidos y en todas las esferas. Sin duda, los grandes comunicadores se ajustaron al tiempo en que vivían para expresar su mensaje. Pero siempre ha existido una ley sobre las Palabras, ya que ellas tienen un efecto creativo y consecuente.
Desde el “Dijo Dios” de Génesis 1:2, notamos el Poder Creativo de la palabra.
Juan 1: 3-5 dice: “Todo fue Creado por la palabra y sin Palabra nada se hizo”
Isaías 55:11 dice: “Así es la Palabra que sale de mi boca que no vuelve vacía, sino que CUMPLE todo aquello para lo cual fue enviada”
Salmo 107:20 dice: “Envió su Palabra y los sanó y los liberó de la Ruina”
El centurión dijo: “…No es necesario que vayas, Di la palabra y mi siervo sanará…” Mateo 8:5
Es decir, la palabra tiene tal Poder que puede CREAR, LLENAR, SANAR, LIBERAR, REGRESAR CON MILAGROS, TRAER BUENAS NOTICIAS, CUMPLIR, HACER, DESHACER, PLANTAR, ARRANCAR y EJECUTAR ÓRDENES DIVINAS.
Las Sagradas Escrituras, es el manual de promesas disponibles. Una vez recibidas, se enciende la fe de el espíritu, es como gasolina y chispa; luego esa palabra transforma el ser, llenándolo de convicción y modelando los pensamientos.
Por eso Pablo dijo “La fe viene por el oír la palabra de Dios” entonces la boca se llena de la fe que oye, el espíritu se llena de la fe que oye, la mente se llena de la fe que oye.
Para accionar en fe poderosa, hay que leer y oír la palabra y luego esa palabra genera poder de transformación a otros.
Si ahora sabemos que hay Poder y vida en la Palabra, ¿Por qué razón hay Palabras ociosas?
De Samuel se dijo: ..y Jehová no dejó caer ninguna de sus Palabras” (1Sam 3:19).
¡La clave no estuvo meramente en las palabras de Samuel, sino en el filtro, El Señor!
*Si el Espíritu Santo supervisa y autoriza cada palabra, habrá poder en la boca*
Samuel entregó su mente a la dirección del Señor, de manera que todo lo que pensaba y decía era aprobado o desaprobado por Dios antes de ser pronunciado. El guía de sus Palabras era Jehová mismo.