1 Samuel 17:15
“Pero David había ido y vuelto, dejando a Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén”.
PASTOREAR es AMAR. No existe otra profesión u oficio que involucre más esta acción como ésta.
El príncipe de los pastores le dijo a su discípulo Pedro: “¿me amas mas que estos? si es así, entonces, Apacienta mis ovejas”.
Pastorear es apacentar con amor, cuidar “sus” ovejas.
Pastorear genuinamente va mas allá de las habilidades, conocimiento, posición y capacidad. Pastorear es amar desinteresadamente y con vehemencia.
David no se aferró a una posición, caminó bajo la dirección de su cobertura. David no fue según el entorno de la historia a pelear, David fue a servir. Le sirvió a sus hermanos y a los jefes.
Un Pastor es un Servidor por excelencia y lo hace por amor al creador y con amor para los demás.
Ser pastor es la tarea más polifacética que pueda existir. El amor se demuestra en el servicio a otros, por eso Jesús dijo: “no he venido para ser servido, sino para servir”.
David no fue invitado como guerrero, él iba en obediencia y como servidor. Si eres pastor, sirves, punto.