Juan 14:21
“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.”
Jesús puso el fundamento del Evangelio y la fe Cristiana.
En un mismo texto conjugó los verbos exactos e inherentes al Reino.
1.
Tener los Mandamientos
Lo declaro así:
La palabra de Dios es Vida, pero no ha sido mi vida
La palabra de Dios es Prosperidad, pero no ha sido mi prosperidad
La palabra de Dios es paz, pero no ha sido mi Paz
La palabra de Dios es Sanidad, pero no ha sido mi cura
No es lo que la Palabra de Dios sea, porque ella es inmutable, es el lugar que le doy.
¿Leíste la biblia hoy?
¿Cuántos libros?
¿Interactuaste con la Revelación del Espíritu de Dios a través de la Palabra?
¡Ten el mandamiento de Dios por prioridad para que puedas hacerte de sus Promesas!
2.
…y los guarda
Estos son los niveles de interacción con la Palabra de Dios:
Adquisición (Si eres Cristiano debes tener una Biblia)
Leer (Es un tiempo de dedicación)
Meditar (Es un tiempo de transformación)
Guardar (Es un tiempo de consagración constante)
Aplicar (Es un tiempo de reforma)
Amar (Es un tiempo de honra a lo que Dios dice)
Así que no es meramente oír, es crecer a través de lo que Dios dice.
3.
“…ese es el que me ama, y el que me ama será amado por mi Padre…”
La obediencia se desprende de una relación con la palabra de Dios.
No obedeces lo que no conoces.
Mucha gente obedece más rápido lo que dice el hombre a lo que Dios dice.
Porque la palabra del hombre se estacionaria. Es decir, puede llegar hasta la mente, motivar, influenciar y sólo si va sazonada con el Espíritu Santo, puede lograr una transformación.
Sin embargo, toda la palabra de Dios, absolutamente toda, puede transformar el ser.
Es viva, es eficaz, corta y separa, Penetra, parte el alma, Discierne los pensamientos, llega al Espíritu, quiebra las coyunturas y los tuétanos.
(Heb 4:12) PARAFRASEADO
Entonces, el bautismo de la palabra, la obediencia a su contenido, la inmersión en sus verdades, pesados en su Justicia y amando siempre lo que ella establece, es que demostramos el interés por Crecer en el Reino. Siguiendo disciplinadamente sus consejos, mandamientos y ordenanzas.
¡Empieza por leer la Palabra!