1 Juan 5:4
“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”
Juan nos habla de un ataque y de un contraataque. El mundo nos ataca constantemente con sus sistemas. Las mismas cuatro armas que Satanás usó en la tentación de Jesús de Lucas 4, siguen siendo hoy por hoy las que usa para intentar destruir las iglesias
Todo lo que el mundo promueve tiene el mismo fin de la serpiente en el Edén, apartarte de Dios y de la cobertura de su Gloria.
Por eso el apóstol es enfático: “La amistad con el mundo no es de Dios, porque quién se hace amigo (ama al mundo) se hace enemigo de Dios”
El que nace y viene de Dios, porta una genética y una ciudadanía que lo reclama desde su interior. Esta fue la fuerza que encontraron los tres Jóvenes valientes en el horno de fuego, o Daniel en el foso de los Leones, o Esteban mientras era apedreado dolorosamente.
Tu devoción por lo Eterno te hace superar las pruebas, los procesos y las tentaciones de este mundo
¿Por qué necesitamos fe para vencer al mundo?
Porque el mundo es NATURAL, FÍSICO, RAZONABLE, ENTENDIBLE Y PALPABLE.
Pero la fe es todo lo opuesto.
La fe es lo que hace que la biblia parezca un libro de historietas y súper héroes. Pero no es eso, sino que más bien es un manual de fe.
Donde de la debilidad humana, nacen las fuerzas de Dios.
Donde de la necesidad nace la abundancia.
Donde de un doloroso momento viene una conquista.
Donde de un sacrificio viene una nueva vida.