2 Crónicas 32:6-8.
“Y puso capitanes de guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo: Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. Con él es el brazo de carne, más con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.”
Todos necesitamos tener confianza en algo o en alguien, es necesario para poder tener un equipo, porque es imposible que podamos construir un proyecto nosotros solos, sin tener personas en quien confiar.
Dios no nos dice que no confiemos, más bien nos dice que confiemos primero en él, y luego en el equipo, cuando esto pasa difícilmente fracasamos.
Jeremías nos lo aclaro
Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
Jeremías 17:5.
Notemos que no nos dice que no confiemos, sino que nuestro corazón no se debe apartar de Dios para confiar en el hombre.
- Confiar en las cosas que ves, es fracasar.
En el libro de los salmos, el escritor hace una referencia entre lo que pasa cuando confías en otras cosas y lo que pasa cuando confías en Jehová.
Estos confían en carros, y aquellos en caballos; Más nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. Ellos flaquean y caen, Más nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
Salmos 20:7-8.
Note como el escritor dice, que confiar en carros o en caballos, es flaquear, es caer
Es fracasar, pero para entender esto se necesita vivir una vida de entrega a Dios, no puede entender esto quien es carnal, materialista, tú puedes oír a gente hablando de fe y declarando palabras, pero es solo hablar, en realidad no creen lo que dicen porque son carnales, viven más de las indirectas que de la fe.
Pero cuando realmente confías en Dios, pase lo que pase, digan lo que digan, nada te hará mover de lo que crees.