Génesis 9:16
“Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.”
Hay personas que no tienen la costumbre de observar el paisaje, rara vez se detienen a contemplar la naturaleza, la puesta de sol, el aroma de la lluvia, el arco iris… Pero qué maravillosa es la obra de las manos de Dios, sólo el Señor puede crear un mundo tan hermoso y con tanta diversidad.
El arco iris, que representa uno de los pactos de Dios con nosotros, llama la atención no sólo por su belleza, sino también por el hecho de que el Señor ha intervenido en la naturaleza, con la preocupación de dejar una señal para que recordemos su provisión diaria, su gracia eterna y su implicación y conexión con nuestro mundo y nuestro destino.