Filipenses 3:13
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, ¡PROSIGO A LA META!”
Ningún plan pudo destruirte hoy porque el Propósito de Dios en tí es más poderoso.
Si pudieras ver cuántos ángeles pelean a tu favor.
No lo alcanzaste hoy, pero creciste.
Tropezaste, pero te levantaste.
Fallaste, pero te humillaste.
Pon el rostro siempre hacia la meta, no dejes de anhelar tu victoria.
Ten hambre voraz por triunfar en Cristo, no te conformes, no vayas por migajas.
Busca el premio.
Busca la Corona.
¡Prosigue a la meta!
Que esta carrera continúa mañana.
Descansa,
Haz los ajustes necesarios y levántate con el vigor del Espíritu.
Con la llama de los valientes encendida en tu alma.
Tuviste un día difícil, no una sentencia de fracaso.
De una forma u otra hoy saliste vencedor.
Esto aún no termina.
Creciste.
Y mañana subirás de Nivel.