Mateo 28:19-20
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”
El señor les dijo a su equipo, un poco antes de irse al cielo, cuál era el trabajo que debían realizar.
Hacer discípulos, esto significa que ahí está incluida la escalera del éxito, porque el primer peldaño de la escalera es ganar, y para poder hacer un discípulo, primero hay que ganarlo, así que el Señor les está encomendando la tarea completa, no solo es predicar para ganar y luego desentenderse de él, el trabajo más grande es consolidarlo. Y luego discipularlo para que luego esté listo para ser enviado a ganar almas, a dar de gracia lo que por gracia recibió.
Así lo hizo la mujer samaritana, también el endemoniado que fue liberado por Jesús en gadara.
Hacer un discípulo es formar el carácter de Cristo en él, es enseñarlo a amar las almas, es enseñarle a estar comprometido con Dios.
Los principios que enseñan la consolidación
Éxodo 1:15-17
“Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva. Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños”
Estás parteras Sifra y Fua, nos dan una gran lección en lo que es la consolidación.
Ellas prefirieron arriesgar sus vidas para preservar la vida de los niños, así que podemos decir que consolidar es:
- Arriesgar la vida por salvar la vida de otros.
- Es temer a Dios y ponerlo en primer lugar.
- Es cuidar un proyecto divino.
Cuando Sifra y Fua, salvaron la vida de Moisés, en complicidad con la mamá de Moisés y su hermana María, no estaban solo salvando la vida de un niño, estaban preservando un proyecto de Dios, estaban salvando el gran legislador y libertador de Israel, al gran Moisés.
- Es conservar una visión
La persona que haya cuidado a David, preservó a un mata gigante, un rey, un estadista, un hombre conforme al corazón de Dios, al dulce cantor de Israel.
Así que el que consolidar, forma grandes hombres y grandes mujeres, pero también grandes proyectos.
- Es cuidar grandes ministerios
El que cuidó a Elisa, cuidó un ministerio profético.
El que cuidó a Ester salvó a todo el pueblo de Israel.
Cuando nos atrevemos a obedecer y servir a Dios sin reservas, él se encarga de todo lo que sea necesario en nuestras vidas.
Tú sirve a Dios, encárgate de lo de Dios y él se encarga de lo tuyo, sin pasar por alto ningún detalle.