Hechos 16:31
Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos le contestaron. (Hechos 16:31)
1 Corintios 1:10
Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito. (1 Corintios 1:10)
Proverbios 6:20
Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre. (Proverbios 6:20)
Efesios 6:1-4
Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre que es el primer mandamiento con promesa para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra. Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor (Efesios 6:1-4)
Proverbios 22:6
Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. (Proverbios 22:6)
Éxodo 20:12
Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. (Éxodo 20:12)
Deuteronomio 6:6-7
Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. (Deuteronomio 6:6-7)
Proverbios 17:6
La corona del anciano son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres. (Proverbios 17:6)
Lucas 11:13
Pues, si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!. (Lucas 11:13)
Proverbios 10:1
El hijo sabio es la alegría de su padre; el hijo necio es el pesar de su madre. (Proverbios 10:1)
Proverbios 27:10
No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre. No vayas a la casa de tu hermano cuando tengas un problema. Más vale vecino cercano que hermano distante. (Proverbios 27:10)
Salmos 103:17
Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos. (Salmos 103:17)
Proverbios 1:8-9
Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre. Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar. (Proverbios 1:8-9)
1 Timoteo 5:8
El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. (1 Timoteo 5:8)
Salmos 127:3-5
Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa. Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud. Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas. No serán avergonzados por sus enemigos cuando litiguen con ellos en los tribunales. (Salmos 127:3-5)