Marcos 6:36-38
¿Con doscientos denarios le daremos de comer a cinco mil personas?, Él les dijo: ¿Cuántos panes y cuántos peces tienen?
Hazte a la idea que el valor de un Denario es casi a un dólar. Es decir doscientos dólares aproximadamente habían en el bolsillo de aquellos discípulos. Es impresionante porque Jesús jamás preguntó cuánto había en sus cuentas ni en sus bolsillos. En otro episodio cuando vinieron a cobrarle los impuestos a Jesús, él tampoco preguntó cuánto tenían, Él resolvió con la fe.
Era la lógica de ellos; “si hay hambre, necesitamos dinero”.
Hay necesidades, entonces hace falta plata.
Pero su lógica era apalear el hambre y la necesidad del pueblo con dinero. Obviamente ellos jamás pensaron en aquellos cinco panes y dos peces, porque si 200 denarios no alcanzaban, menos alcanzaría el almuerzo de una persona.
Jesús llamó a la fe, no a la Lógica. Nunca vemos a Jesús ahí multiplicando denarios. No los llamó y oró por los denarios para ir a comprar más pan. Eso sería alimentar su lógica sistemática. Les dijo, denme los panes y los peces que la fe trabaja con lo que ustedes no piensan y de ahí verán ustedes el milagro.
SI hoy esperas por un camino tu respuesta porque es lógico que venga por ahí. Probablemente te vendrán denarios y eso se te va acabar, pero si esperas parado en la fe viendo panes y peces, no sólo recibirás el milagro sino una fe para provocar más.
La fe da voces en medio de la necesidad.
La fe grita que Dios aún puede hacer milagros.
La fe alcanza su máximo potencial cuanto menos nos queda.
La fe quiere hacerse un arma en tus manos.
La fe es la forma de conquistar los milagros.
La lógica cabe en un tubo de ensayo, sin embargo, la fe lo produjo todo.