Joel 3:10
“Forjar espadas de vuestros azadones, Lanzas de vuestras Hoces y diga el débil FUERTE SOY!”
Sabemos que nuestras armas no son carnales, sino Poderosas en Dios. Es precisamente lo que él te dió, lo que vas a empuñar en esta batalla.
Aunque te parezca contradictorio, el instrumento que has de usar cambiará su forma y su género si es necesario.
La efectividad no depende de su naturaleza, ni para lo que haya sido creado, en las manos de Dios lo que sea, sirve, lo débil se hace fuerte, lo amorfo consigue forma, lo inútil se hace eficáz.
Una semilla, es un campo.
Una Palabra, es una Profecía.
Una Oración, es una Sentencia.
Una Hoz, es un arma de Guerra.
Un Azadón, es una espada.
¿Quién pensaría que una piedrecita de rio lisa serviría para derribar un gigante? ¿Quién iba a pensar que una simple vara podría dividir el inmenso mar?
¿Quién podría suponer que una quijada de buey seca acabaría con mil hombres?
¿Quién pensaría que la Ofrenda de una Piedra sin valor atraería las Riquezas a un hombre arruinado como Jacob?
En Dios, lo que tienes, Es Poderoso
¿Cómo vencer con Palas y Picos, cuando aparentemente el enemigo tiene mas recursos que tú?
Eso que hay en tu vida, por pequeño, débil e insuficiente que parezca, con eso El Señor obrará a tu favor y tendrás la victoria no por tus ventajas sino por la substancia de Dios en ti.
Aquello que en tu vida es un simple azadón será una espada aguda y eficaz;
eso que hasta ahora solo ves como una hoz simple, llegará a ser un arma firme y Poderosa en tus manos!