Juan 10:27.
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen”.
Mucha gente Pretende ver para creer. Otros necesitan Entender, que le expliquen para poder dar un paso. Necesitan una respuesta satisfactoria a sus necesidades de lo contrario no se mueven.
Quien tiene el carácter de oveja ha sido esquilado, criado, curado y llevado de un lugar a otro solo por su Pastor.
Una oveja no distingue de intensiones, por eso desarrolla un alto sentido auditivo que le permite reconocer y seguir la voz de su guardador; cualquiera que no sea su Pastor es un desconocido para ella.
Es importante entender lo que Jesús dice acerca de la forma en que las ovejas siguen el camino. No es viendo, ni es entendiendo, no es recibiendo respuestas satisfactorias a sus caprichos…
NO! Es oyendo la voz del Pastor que la oveja tiene éxito, que es cuidada de sus enemigos y llega a vivir segura. Nunca debemos perder el Carácter de oveja, David siendo Rey y Pastor de Naciones dijo: “Jehová es Mi Pastor”.
Si Aprendemos a oír como ovejas, seremos cuidados, librados y llegaremos a delicados campos, a ser ungidos con aceite fresco, a descansar junto a aguas de reposo, a no temer porque el pastor está ahi. Como ovejas no necesitamos entender, necesitamos oir y obedecer al sonido de la dirección que da el Pastor.
Si el Pastor va delante y logra pasar, también pasaremos… al final él solo quiere llevarnos a nuestro Propósito.
La voz del Pastor es el faro en alta mar; es la luz en la oscuridad; es el único recurso en el desierto… La oveja no tiene otra forma de ser guiada más que por los sonidos del cayado y la voz de aquel que la Guía a su Redil.