Juan 3:5-6
“RESPONDIÓ JESÚS: Esta es la verdad, debes Nacer del agua y del Espíritu. Porque lo que nace de la Carne, es carne; Pero lo que nace del Espíritu, es ESPIRITUAL. “
Introducción:
Nicodemo era fariseo, miembro del concilio llamado Sanedrín, el grupo de líderes religiosos que Juan el Bautista y Jesús señalaban de hipócritas.
Muchos fariseos estaban celosos de Jesús porque éste socavaba su autoridad y rebatía sus puntos de vista. Pero Nicodemo indagaba y creía que Jesús tenía RESPUESTAS. Aunque era erudito, fue a Jesús a instruirse.
No importa cuan inteligente o educado uno sea, frente a Jesús hay que venir con corazón dispuesto.
Nicodemo fue a examinar a Jesús para distinguir entre el Hecho y el Rumor. No se conformó con suposiciones, él buscó respuestas a los acontecimientos espirituales.
Los fariseos se habían recubierto de una corteza de Orgullo.
Estas eran las cosas habían hecho mellas en su carácter:
1. Su Conocimiento de la Ley.
2. Su Posición en el Sanedrín.
3. Su Nombre intachable.
4. Su Experiencia como erudito.
5. Su Linaje Fariseista.
Estos cinco elementos constituían la forma en la que los Fariseos se distinguían de sus hermanos. ¿Notas que ninguno de los discípulos de Jesús tenía alguna de éstas características?
Jesús venció todo el conocimiento de Nicodemo porque Jesús era una masa Libre de levadura.
Nicodemo tenía un tumor en su alma que lo carcomía en silencio. ¡Era orgulloso!
Más se gana siendo humilde, sencillo, quebrado y arrepentido ante Jesús, que con lo que Soy, lo que sé y lo que tengo. Esto ante Jesús es Lastre y basura!
Nicodemo, una vez vencido quiso saber cómo Podía recibir tal Poder.
Me gusta leer que dice: Respondió Jesús. Todo aquel que busca respuesta en Jesús la encuentra. Jesús no guarda silencios vacíos. Jesús no esconde verdades. Jesús Responde cuando queremos oírlo.
Nicodemo insistió hasta arrebatar la virtud que lleva una respuesta. Nicodemo estaba sediento de esa verdad.