Romanos 8:34-39.
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
El apóstol Pablo, es el discípulo con más moral para escribir estás palabras, ya que son fruto de la experiencia vivida en muchas batallas, estoy seguro que cuando Pablo escribió esto, a su mente venían cada acontecimiento que vivió, no lo aprendió de otros, no lo leyó en un libro, simplemente, lo vivió.
El enumera siete cosas, que son las más comunes, por las cuales la gente abandona al Señor.
- Tribulación
La tribulación, es el conjunto de pruebas que convergen, para que suframos una cosa tras otra, de modo que nos preguntamos: ¿Dónde está Dios que no me ayuda?; Dios siempre está en el mismo lugar y nunca te abandona, pero permite que pasen estas cosas para hacerte fuerte.
- Angustia
La angustia es precisamente, uno de los frutos de la tribulación, que llega, para que te desesperes y pierdas la fe, por eso Pablo dijo: derribados, pero no destruidos, él está admitiendo que vienen momentos difíciles, pero Dios nunca nos abandonará.
También dijo: En apuros, mas no desesperados, Pablo sabe que ser cristiano, no es fácil, pero es posible, solo en Cristo Jesús.
- Persecuciones
Ser perseguidos por el solo hecho de ser cristianos, significa que estamos haciendo lo correcto, porque hacer lo correcto en este mundo, significa, nadar contra la corriente, eso nos hace impopular, inaceptables, pero eso lo hizo Cristo y por eso lo crucificaron.
- Hambre
Hambre, no debería ser para ningún cristiano, puesto que tenemos promesas de Dios, de que nada nos faltará, pero el hambre te hace valorar quien eres y cuan importante es Dios para ti.
- Desnudez
- Peligro.
- Espada.
Lo que quiero que entiendan es que cuando amamos a Dios, nunca lo culpamos de nuestras desgracias, de nuestros dolores, antes, lo adoramos, y lo glorificamos, cualquiera que sea nuestra situación, porque las tribulaciones, prueban quienes somos realmente.
Finalmente, el apóstol nombra nueve cosas, que son: la muerte, la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo alto, ni lo profundo, ni lo presente, ni lo porvenir.
Entonces, el apóstol, no encuentra ninguna justificación para apartarse de Dios.