La comunión con Dios a través de la oración es el fuego que le permitirá a la llama de la fe mantenerse encendida siempre. Dios quiere conocer nuestros anhelos, y desea bendecirnos para que avancemos y cumplamos nuestros sueños de su mano.
Oración:
Señor Jesús gracias por tu sacrificio en la cruz, por tu amor, por siempre tener cuidado de mi. Pongo este día en tus manos, para que lo bendigas y lo santifiques y sea de bendición para mí y para quienes me rodean. Quita mis miedos y aparta la duda, ayúdame a confiar siempre en tu perfecta y santa voluntad. Cuida de mi familia como hasta ahora lo has hecho, provéenos todo lo que nos haga falta e instrúyenos en tus mandamientos cada día para guardarlos y ponerlos por obra.
Eres bueno y tu misericordia es para siempre, por eso te alabo y te exalto, por tu gran amor y poder. Líbranos Señor del engaño, danos visión de águila para detectar a nuestro enemigo aunque no estemos cerca. Amén.