Salmos 18:2
“Tú eres para mí la roca que me da refugio; ¡tú me cuidas y me libras! Me proteges como un escudo, y me salvas con tu poder.”
Oración:
Grande eres Señor y tu misericordia es para siempre. Me has cuidado como David cuidaba a sus ovejas y no permitía que el enemigo las devorara, y ahora que estoy pasando por una enfermedad, se que también permanecerás conmigo para librarme de la muerte que me acecha. Guíame oh Dios con tu justicia y derrama sanidad sobre mi cuerpo. Mira cuan afligido me tiene este mal y restáurame de adentro hacia afuera.
Te pido que tomes el control de los médicos, que los guíes y bendigas las obras de sus manos para que me traten con diligencia y pueda obtener la sanidad. Me declaro sano en tu nombre amado Jesús, y confío en que mi cuerpo es libre de la enfermedad, de las maldiciones de muerte y de cualquier atadura que quiera afligirme. Me cubro con la sangre de Cristo, Amen.