Hebreos 11:1-3
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”
A veces las circunstancias me nublan la razón y eso me impide mandar una palabra, los dolores son tan fuertes que me impiden concentrarme, pero nunca olvido, quien soy, de dónde vengo y hacía dónde voy.
Estoy consciente, que los procesos son fuertes, pero detrás de una noche oscura, existe un bello amanecer, detrás de cada montaña, hay un valle, y detrás de cada desierto, hay buen encuentro con Dios; lo prueba Elías, después de cuarenta días de desierto, hubo un encuentro con Dios, lo prueba Moises, después de cuarenta años de desierto, hubo un encuentro con Dios en la Zarza, lo prueba el señor Jesús, después de cuarenta días de ayuno, venció a satanás, por la palabra, y regresa en el poder del espíritu a Galilea.
Después del día cuarenta, llegó el cuarenta y uno, ese es el día de David, es el día de derribar al gigante.
Pablo dijo; mientras el hombre exterior se deteriora, no obstante, el hombre interior se fortalece, y yo estoy fortalecido en Cristo, doy las gracias a los que está orando, nunca crean que Dios no está haciendo Nana, estoy más que seguro, que él está oyendo la oración, y algo se está gastando en el mundo espiritual, recuerde que la fábrica de los grandes sueños y los grandes proyectos de Dios, se realizan en lo invisible, en ese mundo que no puedes ver.
Hebreos: 11: 3. Dice: por la fe, entendemos haberse constituido el universo, de modo que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía.
Yo creo eso, con todo mi corazón, tal vez, lo que Dios está haciendo, no es exactamente, lo que le estemos pidiendo, tal vez, tenga otros planes, pero él está oyendo y actuando.
No sé rindan, no se desesperen, no dejen de luchar, porque es igual que comenzar a morir, el fracaso solo existe, para los que bajan los brazos y dejan de luchar.
Para mí el vivir es cristo y el morir, es ganancia.
Vamos mi pueblo. Valor y pa’lante que la victoria es de los que nunca se rinden.