Salmos 19:4-5
“Por toda la tierra salió su voz,Y hasta el extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; y éste, como esposo que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el camino.”
En su declaración de exaltación a Dios, el rey David hace mención a la grandeza del Señor al afirmar que está presente en todos los lugares de la tierra; Dios no es, ni puede ser limitado por nada.
Sus palabras, asimismo, no sólo están en lugares restringidos, sino que se escuchan y se difunden por todo el mundo, a través del testimonio de sus siervos. El sol aparece aquí como símbolo de la extraordinaria amplitud del poder de Dios; no hay que interferir en la salida del sol, aparece día a día, así es la acción del Señor.
La idea es representar la alegría completa, un instante de intensa emoción, por lo que el acto conyugal se presenta como un momento que marca la vida de un hombre.
Dios ha marcado fuertemente la vida de muchos de sus siervos; aquí, la vida de David sirve de testimonio de esta acción, hasta el punto de querer expresar su experiencia.
Pero Dios desea, al igual que el sol que sale cada día e inunda con sus rayos todos los lugares de la tierra, llegar a los rincones más recónditos de nuestro corazón para traer luz y alegría a nuestra vida.
Deja que Dios brille en tu vida y promueva una alegría inconmensurablemente mayor que el momento más alegre que hayas experimentado.