Romanos 15.4
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.”
Como seres humanos pero principalmente como hijos de Dios no debemos perder la esperanza en el cumplimiento de la promesas de Dios en nuestras vidas.
Los malos momentos pueden hacer que la esperanza se desvanezca, sin embargo la lectura de la palabra y la comunión con Dios nos pueden ayudar a recuperar la fe.
Con cada amanecer debemos encomendar nuestras obras al todo poderoso, y confiar en que su poder nos guiará por el camino de la verdad y la vida.
Oración:
Gracias Señor Jesús por la esperanza que has sembrado en mi corazón, te agradezco por guardar mi corazón y mi pensamiento de la duda y la desesperanza. Ayúdame a ver con claridad tu propósito y concédeme la paciencia que necesito para no dejar que la impaciencia sea un piedra de tropiezo en mi vida. AMEN.