Jeremías 29.12
“Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé.”
Nuestro Padre celestial está atento al clamor de su creación en todo momento, los que invocan su nombre han sido testigos de grandes cosas a su alrededor porque la oración tiene poder.
Nada mejor que iniciar la jornada diaria que orando a Dios para poner cada cosa en sus manos, cada proyecto, sueño, meta y situación por difícil que sea. Cuando oramos creyendo que el Padre nos escucha nuestra Fe aumenta, y con ella la posibilidad de ver cumplidos nuestros deseos.
Oración:
Señor Jesús, gracias te doy por tu presencia en mi vida, se que estas atento a mis necesidades. Te pido que cuides mi andar y el de mi familia, que vayas delante de nosotros y nos libres del mal. Ayúdanos a lograr cada cosa que nos hemos propuesto para testimonio de tu gran poder y amor hacia tu creación, nunca sueltes mi mano y ayúdame cuando me siento débil o cansado. Amén.