Salmos 23:3
“Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.”
Dios no sólo pone a disposición de los hombres el alivio que producen los alimentos frescos y el agua clara para renovarnos y sostenernos físicamente; también pone a nuestra disposición el sustento del alma, dándonos un refrigerio espiritual para soportar las luchas y dificultades de la vida.
Esta dirección espiritual actúa en el corazón y en el entendimiento, haciéndonos percibir los acontecimientos que nos esperan y nos guía para proceder de la mejor manera.
La cuestión es que a veces, aunque sepamos lo que es correcto y justo, nos desviamos voluntariamente del camino correcto. Dios nos ayuda siendo justos, y quiere que aprendamos y absorbamos esa esencia de su carácter.
Cuanto más vivimos con Él, más nos acercamos a esa esencia, y más nos acercamos a acertar en nuestras elecciones y acciones en la vida diaria y en la vida espiritual.