La oración es un estilo de vida que nos mantiene más cerca de nuestro Creador. Es el instrumento que nos permite alimentar la relación con nuestro Salvador, así le conocemos y le hacemos conocer nuestros pensamientos, miedos, necesidades y anhelos.
Y no es que el padre no nos conozca aún mejor que nosotros mismos, sin embargo desea que abramos nuestro corazón delante de él.
Para empezar un nuevo día, nada mejor que dedicar un tiempo especial a la oración, hagámoslo juntos:
Oración:
Amado Padre Celestial, bendecido sea tu nombre y grandeza inigualable. Gracias por la oportunidad de este nuevo día y con él la bendición de permanecer en la tierra al lado de las personas que amo.
Tú que conoces cada una de mis necesidades e inquietudes, te pido que me ayudes y prosperes mi día, para que cada objetivo trazado sea bendecido por tu mano poderosa. Apártame de aquello que no sea mi propósito, y abre mis ojos ante los errores para no tomar malas decisiones.
En tus manos dejo mi familia, mi salud y aquello que aún solo son sueños, porque sé que cuidaras cada cosa que amo y me ayudaras en todo lo que me haga falta. Amén.