Salmos 25:8-9
“Bueno y recto es Jehová; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera.”
Casi como una respuesta personal a sí mismo, a los versículo 6 y 7 del Salmo 25, el escritor sagrado hace ahora una declaración de fe en la que destaca cómo actúa el Señor cuando se lo pide un siervo deseoso de encontrarlo más íntimamente.
Dios mismo dirigirá el proceso de enseñanza y aprendizaje; haciéndose presente en la exposición de su voluntad, y también presente en nuestra vida cotidiana, viviendo a nuestro lado las situaciones que se presentan.
Es posible cometer el error de buscar el conocimiento de Dios y vivir nuestras vidas lejos de las enseñanzas que aprendemos; esto es muy común cuando estamos más preocupados por la religiosidad y la demostración práctica de nuestra fe.
Pero lo que Dios espera y lo que el salmista testifica es lo cerca que estamos de vivir una vida según la dirección del Señor, su voluntad, sus enseñanzas, hasta el punto de sentir su mano sosteniéndonos en cada paso. ¡Y más! Podemos ver que la vida continúa mejor debido a las elecciones que hemos hecho bajo la dirección de Dios.
El clamor del siervo no debe ser sólo para que Dios le conceda riquezas y bienes… y sabemos que un gran número de personas buscan esto de manera desenfrenada y sin límites; pero lo que realmente debe motivarnos es la oportunidad de caminar por senderos rectos, que nos garanticen la llegada a los brazos del Señor.