Salmos 24:3-4
“¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño.”
Cuando la palabra hace referencia a subir al monte, nos habla específicamente de la oración. Cuando el pueblo de Israel estaba en batalla Moisés subía al monte a orar para que el Eterno los ayudara a obtener la victoria.
Así mismo lo hacia Yahshua, muchas veces subía a los montes y las colinas a orar durante las primeras oras de la mañana, era un tiempo decisivo para la humanidad, y la dirección del Padre era lo más importante.
Dios quiere que en este tiempo también le busquemos en oración antes de librar nuestras batallas para guiarnos por los caminos de verdad y vida.
Oración:
Señor, trabaja en mi corazón cada día para que salgan de él, los sentimientos que aún puedan quedar, que sean ajenos a Tu amor y a Tu voluntad en mi vida. Que la ira, la prepotencia, la envidia, los pensamientos resentidos, decaigan en mí hasta el punto de que solo prevalezca la semilla de Tu proyecto de amor y servicio por el prójimo. Quiero ser siempre una lámpara encendida por Ti.