Salmos 27.3
Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.
Salmos 27.10
Aunque mi padre y mi madre me dejen, con todo, Jehová me recogerá.
Salmos 28.3
No me arrebates juntamente con los malos y con los que hacen iniquidad. Ellos hablan paz con sus prójimos, pero la maldad está en su corazón.
Salmos 28.8
Jehová es la fortaleza de su pueblo y el refugio salvador de su ungido.
Salmos 32.5
Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis rebeliones a Jehová, y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
Salmos 32.7
Tú eres mi refugio;
me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás.
Salmos 33.1
Alegraos, justos, en Jehová; en los íntegros es hermosa la alabanza.
Salmos 35.9
Entonces mi alma se alegrará en Jehová; se regocijará en su salvación.
Salmos 48.1
Grande es Jehová y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.
Salmos 49.11
Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, y sus habitaciones para generación y generación.
Salmos 51.7
Purifícame con hisopo y seré limpio; lávame y seré más blanco que la nieve.