Efesios 6:10-18
“Por lo demás, hermanos míos. Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo para que podáis resistir el día malo, y estar firmes, estad pues firmes”
Frente a Dios mi posición es estar sentado, recibiendo lo que él ya me ha dado en su amor y misericordia. Frente a la vida mi posición es andar a acuerdo a la vocación con que he sido llamado. Pero frente al enemigo mi posición es estar firme.
No puedo estar frente al enemigo ni sentado ni andando, sino firme. Hoy quiero mantener esa posición recordando quien me ha dado la autoridad para mantenerme firme.
El apóstol Pablo me recuerda hoy que debo mantenerme firme. Jamás ceder ni un centímetro de los campos que ya Jesús conquistó en la cruz. ¿Cuáles son esos campos que necesito vigilar y cuidar? La mente es área estratégica de ataque. Satanás sabe que si logra tocar mi mente habrá conseguido un gran terreno. El corazón es el área codiciada. Si logra tocar mi mente, podrá llegar al corazón.
La boca es el área crucial. Si toca mi mente llegará fácilmente al corazón. Si llega al corazón, llegará a la boca, Porque de la abundancia del corazón habla la boca, pero de lo que habla la boca se llenará el corazón.
Hoy para estar firme necesito recordar estas cinco cosas: 1.- Hoy debo orar antes de actuar. 2.- Hoy necesito resistir al enemigo y tomar autoridad sobre él. 3.- Hoy, no lucharé contra sangre y carne. Cuando escuche que alguien me critique necesito reflexionar para saber cuánta verdad hay en eso y cuanto es mentira usada por el enemigo. 4.- Hoy no perderé la fe ni caeré bajo condenación. 5.- Hoy mantendré las relaciones bajo todo costo, porque la estrategia vital de Satanás es romper relaciones, porque el saber que la vida fluye a través de las relaciones.
Señor, Ya entiendo que mi posición frente a ti es estar sentado y ya no podemos hacer nada por llegar a ti, porque tú has llegado a nosotros. Mi posición frente a la vida es andar. Andar conforme a la vocación con que tú me has llamado. Mi posición frente al enemigo es estar firme. Ayúdame a mantenerme firme frente al enemigo. Amén.