Salmos 27.7
“Oye, oh Yahveh, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme.”
Dios conoce donde estamos en cualquier situación. Salmos 33:13 dice: Desde los cielos miró Jehová; Vio a todos los hijos de los hombres; y de allí lo importante de buscar de Él, más aun el pecado, y no tratar de por temor alejarnos.
No debemos pasar por alto que en la búsqueda, estamos honrando una de las cosas más maravillosas de nuestra relación con el Señor: Él nunca se cansa de velar por nosotros, de perseguirnos; corremos, nos escondemos, pero constantemente Dios con su misericordia, procura alcanzarnos.
Incluso las personas más cercanas a nuestro alrededor, familiares, amigos, parejas, pueden fallarnos alguna vez, y por error o de manera inconsciente, traicionar de alguna forma nuestra confianza. Somos seres humanos y en nuestra imperfección tenderemos a errar. No obstante Él Señor nos ofrece otro tipo de relación, una de apoyo mutuo, cuidado y de poner al otro en un lugar de honor en el corazón.
De allí no olvidemos, buscar, seguir y servir con gratitud a Cristo, honrarlo y glorificarlo, y acercarnos en oración, para así caminar nuevamente junto al Señor, que de forma incondicional, nos ama y cuida en todo momento.