A veces los problemas, las preocupaciones y los asuntos pendientes nos hacen desfallecer y sentirnos desanimados, pero cuando eso ocurre lo mejor es venir al padre y rendirnos delante de su presencia, en donde hallamos la verdadera vida.
Para Dios nada es imposible o difícil, acércate con confianza y descansa en su amir.
Si te has sentido, o te sientes así, acompáñanos en esta oración.
Oración:
Bendito eres tu rey del universo, que nos diste la vida y nos sostienes cada día con tu diestra. Hoy vengo a ti afligido y cargado, porque reconozco que solo en ti encuentro paz. Tómame en tus brazos y permíteme descansar. Yo confío que como siempre, en esta oportunidad me ayudaras en todo.
Para ti sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.